Honduras
Esta sección resume los hallazgos del proyecto sobre el estado de la protección social en Honduras, más en específico en materia de:
También presenta las conclusiones generales del proyecto con respecto a la situación del empleo y las características de las iniciativas políticas más importantes relacionados con el empleo en el país.
La protección social en Honduras |
Aproximadamente 2/3 de la población hondureña se encuentra bajo la línea de pobreza nacional, lo cual representa un considerable reto para las políticas de protección social, en especial considerando que también existe una tasa elevada de crecimiento de la población. Esto hace que haga falta un aumento de la inversión pública social y esfuerzos coordinados para reducir la pobreza.
En el año 2010 la inversión pública hondureña en la seguridad social, la asistencia social y la salud llegó aproximadamente al 10 por ciento del PIB nacional o 31 miles de millones de lempiras. Cerca del 88 por ciento de este presupuesto total se destinó para la salud y la seguridad social para trabajadores formales, y el 7.8 por ciento se asignó a los programas de asistencia social. En la tabla se detallan los diferentes tipos de políticas y programas de protección social, así como los presupuestos correspondientes.
Actualmente, la protección social hondureña no se guía o coordina a través de una Política Nacional de Protección Social holística, aunque sí se ha organizado un proceso consultivo para crear una política de este tipo. En el grupo de diálogo se ha identificado a la reducción de la pobreza y de la vulnerabilidad, la creación del capital humano, y el apoyo a los grupos de alto riesgo – tales como los niños en situación de calle y las personas discapacitadas – como los objetivos prioritarios de la protección social. Es más, existen procesos paralelos que tienen como objetivo reformar ramos más específicos de la protección social, como por ejemplo las pensiones.
La seguridad social en Honduras |
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En las primeras décadas del siglo 20, las fuerzas sociales hondureñas empezaron una lucha por la introducción de un sistema de seguridad social para los trabajadores. Esto culminó en la aprobación de la Ley de Seguridad Social en 1959 con un enfoque bismarquiano que se centra en la protección de los trabajadores asalariados financiado por las cotizaciones de los trabajadores y de los empleadores.
El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se estableció en el año 1959 y hoy en día sigue siendo la proveedora de seguridad social de mayor cobertura. Además del IHSS, existen otros cinco regímenes de seguridad social que brindan pensiones y otras prestaciones contributivas a grupos ocupacionales específicos, tales como los maestros, las fuerzas armadas, los empleados de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y los servidores públicos. Únicamente el IHSS provee atención sanitaria, además de las prestaciones otrogadas para cubrir las contingencias de la vida, tales como la vejez y la maternidad.
Aunque ha habido considerables logros en la construcción de un sistema de seguridad social desde los años iniciales, se reconoce que el sistema actual enfrenta varios desafíos institucionales, entre ellos una cobertura baja, fragmentación institucional y una sostenibilidad financiera incierta. Además, el nivel de las prestaciones otorgadas varía, y por lo tanto, existen casos donde, por ejemplo, una pensión de vejez no alcanza para satisfacer las necesidades básicas de la persona que la recibe.
Es interesante destacar que los retos en materia de seguridad social se relacionan estrechamente con las realidades en el mercado laboral hondureño. Por ejemplo, el alto nivel de informalidad y desempleo impiden la extensión de la cobertura de la seguridad social contributiva, y las relaciones laborales inestables hacen que los trabajadores no puedan realizas sus cotizaciones de una manera constante.
Por estas y otras razones la seguridad social presenta la moderada cobertura del 20 por ciento de la población o el 45 por ciento de los asalariados. En otras palabras, 763 mil trabajadores de la población económicamente activa de 3.3 millones contribuyen a la seguridad social y tienen derecho a las prestaciones correspondientes.
El IHSS alcanzó una cobertura de 600 mil trabajadores y casi 900 mil familiares suyos en el 2010. El Instituto juega un papel de suma importancia en el proceso de extender la cobertura de la seguridad social, porque los demás instituciones limitan su cobertura a grupos profesionales con un número limitado de trabajadores. La cobertura del IHSS se concentra en las áreas urbanas, pero existen iniciativas para expandir la cobertura. Por ejemplo, se extendió el rango etario de los hijos de trabajadores que pueden ser asegurados por el IHSS junto con sus padres. Además, existen esfuerzos por asegurar también a trabajadores del sector formal fuera de las principales áreas urbanas.
El gobierno hondureño anunció que proyecta cubrir al 90 por ciento de los asalariados y al 50 por ciento de los no asalariados en los próximos años y ratificar el Convenio 102 de la OIT sobre la seguridad social. Además, la Secretaría de Empleo y Seguridad Social abarca en sus planes las cuestiones de cobertura y el reto de mejorar el nivel de las prestaciones. El gobierno también reconoce la necesidad de mejorar la coordinación y coherencia del sistema de seguridad social.
La asistencia social en Honduras |
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Honduras tiene una larga tradición en el campo de la asistencia social. Tras la crisis económica de los 80s y el ajuste estructural de los 90s, se emplearon esquemas de asistencia social para aliviar la pobreza ocasionada por la combinación del estancamiento económico y los cortes del gasto público social. El Programa de Asignaciones Familiares (PRAF) es un ejemplo importante de tales programas establecido a principios de los 90s. Otro ejemplo más reciente es el programa de transferencias condicionadas Bono 10 000 que apoya a las familias pobres desde el 2010.
La asistencia social se ha utilizado principalmente como una herramienta para satisfacer las necesidades de ciertos grupos vulnerables, tales como los niños en situación de calle y las personas discapacitadas. Por consiguiente, no se ha explorado su uso como una herramienta estratégica para reducir la pobreza en el marco de un sistema global de protección social. Esto se refleja en la persistentemente alta incidencia de la pobreza.
Los diferentes esquemas de asistencia social llegan a una gran porción de los pobres en Honduras. Los 12 tipos de transferencias monetarias y en especie del programa PRAF han logrado la cobertura más amplia. Cubren a cerca de 700 mil beneficiarios. El Bono 10 000 cubre a 160 mil personas a pesar de que fue recientemente introducido. Existen planes de extenderlo a 600 mil beneficiarios para el 2012.
* 287,7 millones de lps. fueron transferidos del PRAF (Bono Escolar y Bono Materno) para apoyar el Bono 10 mil. Ello implica que las transferencias netas del PRAF fueron de 351 millones de lps. en 2010. No existe informe financiero sobre la transferencia real del Bono 10 mil debido a que los beneficiarios incluyen hogares que solamente reciben 5 mil lps. al año.
** El recuento de beneficiarios es confuso debido al hecho de que frecuentemente, si un hogar recibe bonos, todos los miembros del hogar cuentan como beneficiarios.
Cabe destacar que el Bono 10 000 ofrece prestaciones excepcionalmente elevadas, gracias a las lecciones aprendidas previamente por el sistema PRAF, que en cierto momento tuvo un impacto más modesto de lo esperado en los niveles de pobreza, en parte porque el valor de sus transferencias fue relativamente bajo. Por lo tanto, el Bono 10 000 otorga a las familias beneficiarias hasta 10 mil lempiras (aproximadamente 530 dólares) por año. Las familias reciben el monto si los niños y adolescentes entre 6 y 18 años de edad en el hogar asisten a la escuela regularmente y los niños pequeños y las madres embarazadas o lactantes asisten a los centros médicos.
La salud en Honduras |
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El Artículo 149 de la Constitución hondureña nombra a la Secretaría de Salud como la autoridad bajo cuya responsabilidad está la coordinación del sector salud. El Plan Nacional de Salud 2021, publicado en el 2005, la guía en sus labores. El Plan tiene como objetivo hacer frente a los desafíos en el sector, por ejemplo incrementar la cobertura de los servicios y reducir el gasto privado proveniente de los bolsillos de los individuos.
El gasto en salud total llegó al 7.1 por ciento del PIB, o 20.8 millones de lempiras en el 2010, sin que se haya visto un aumento considerable en el nivel de gasto en los últimos años. Se estima que el gobierno cubre actualmente al 70 por ciento del mismo. Por lo tanto, el gasto privado llega al 30 por ciento del gasto total en salud.
Aproximadamente el 57-60 por ciento de la población tiene acceso a los servicios de salud públicos, el 11-13.7 por ciento a los de IHSS y alrededor del 13 por ciento utilizan servicios privados. El resto – 16.8-13.4 por ciento – que no tienen acceso a salud pertenecen a los estratos más pobres de la sociedad y residen en su mayoría en las áreas más remotas, fuera del alcance de los servicios. Es preocupante que los niños y jóvenes entre 5 y 14 años de edad son el grupo con las mayores dificultades para acceder a los servicios de salud: solamente el 23 por ciento de ellos gozan de acceso a la atención sanitaria.
Fuente: Secretaría de Salud, Boletines de Atención Ambulatoria.
* Promedio del período 2006-2008. Fuente: AT2/Departamento de Estadística/SS, Boletín Ambulatorio No. 20.
Ha habido un aumento en el acceso a la salud en Honduras, en particular en los años 2000, fundamentalmente gracias a la financiación externa y proyectos de salud liderados por organizaciones no gubernamentales. También las mejoras de la infraestructura, especialmente mejores carreteras, facilitan la utilización de los servicios sanitarios.
El empleo en Honduras |
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Durante el último decenio se ha visto un aumento moderado en el PIB hondureño, con los sectores comunicación, transporte y servicios financieros como los motores de este crecimiento. Las manufacturas y los servicios financieros siguen produciendo la mayor parte del PIB. Es evidente que existe una dependencia de las remesas familiares provenientes del extranjero: equivalen a un 20 por ciento del PIB de Honduras.
Nota: Los tres primeros indicadores son tasas anuales de variación (porcentajes).
Fuente: Los tres primeros indicadores provienen de: Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2010, CEPAL: Santiago. Las cifras para 2010 son estimaciones de la CEPAL basadas en: Balance Preliminario de las Economías de América Latina, CEPAL: Santiago. Ingreso per cápita del Banco Central de Honduras: http://www.bch.hn/pib_base2000.php.
Aunque la tasa de desempleo es sólo el 6 por ciento, hay que destacar que los empleados asalariados ganan en promedio un salario muy bajo. Muchos reciben el salario mínimo, o menos. Hasta el 2009, la tasa de crecimiento del salario mínimo fue inferior a la inflación, y por consiguiente se deterioró el poder de compra de los trabajadores de bajos ingresos. En el 2009, el gobierno aumentó considerablemente el salario mínimo por decreto. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores no logran tener ingresos mayores a la línea de pobreza. Los niveles de pobreza más altos se encuentran entre los que trabajan en la agricultura, por cuenta propia y los que son trabajadores familiares no remunerados. Cerca del 36 por ciento de los trabajadores ganan salarios menores a las 2/3 del salario medio, y su número ha estado en el aumento desde los 90.
En el caso hondureño es fácil observar que existen vínculos estrechos entre el alto nivel de pobreza, la baja cobertura de la protección social y la informalidad laboral. La mayoría – el 74 por ciento de los trabadores no-agrícolas – tienen trabajos informales. Por lo tanto, ni su derecho a la seguridad social ni sus derechos laborales están salvaguardados.
Fuente: INE, Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples 2002-2007.
Nota: El sector primario incluye agricultura, silvicultura, pesca, minería; el sector secundario incluye manufacturas, electricidad, construcción; el comercio incluye también transporte.
Los retos relacionados con el mercado laboral aquí mencionados han sido abarcados a través de políticas, planes y programas, pero sin que exista una política de empleo nacional. El Plan de Gobierno prevé acciones de promoción de empleo y la creación del Servicio Nacional de Empleo. Además, las necesidades específicas de la juventud entre los 14 y 30 años de edad forman el enfoque del Plan de Empleo Juvenil 2011-2013. Recientemente se introdujo el Plan Nacional de Promoción de Inversiones para fomentar la inversión extranjera y de esta manera impulsar la economía hondureña.
Las instituciones del Mercado laboral del país necesitan fortalecimiento, ya que, por ejemplo, hay un padrón general de desobediencia a la legislación del salario mínimo. Esta debilidad institucional que conlleva al incumplimiento de las leyes laborales socava la empleabilidad y causa inequidades. Adicionalmente, los programas de empleo instrumentados en los últimos años no han sido dotados con recursos adecuados y no han sido conectados en un marco macroeconómico, lo cual ha limitado su impacto en la situación del empleo en el país.
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Esta sección se basa en los siguientes estudios producidos en el marco del proyecto:
- Klein, E. 2011, Consideraciones para definir una política de empleo para disminuir la pobreza
- Perdomo, R. 2011, Informe para discusión: Protección social - Honduras
Estos estudios, así como otros documentos elaborados en el marco del proyecto y otros recursos relativos a la protección social y el empleo en Honduras pueden consultarse aquí.
Más información sobre la protección social en Honduras disponible en la página de Honduras en la plataforma GESS de la OIT.
Talleres del proyecto OIT/UE organizados en Honduras: